Erdogan, en contra de la democracia
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, continúa tomando medidas que atropellan los derechos humanos en el país. Esta postura ultraconservadora del Gobierno turco ha incrementado el malestar y la agitación en las calles de las principales ciudades del país. El referéndum de 2017 hizo de Turquía una república presidencialista concentrando en Erdogan mayores facultades para ejercer el poder.
En contra de los estudiantes
En enero pasado, Erdogan designó por decreto presidencial a Melih Bulu como nuevo rector de la Universidad del Bósforo. Bulu está vinculado al partido gubernamental y es el primer rector en cuarenta años en ser elegido fuera de la comunidad universitaria. El anuncio provocó una serie de protestas estudiantiles que se propagaron por las ciudades más importantes del país.
Las protestas estudiantiles fueron reprimidas de forma extremadamente violenta por la policía y cientos de estudiantes fueron detenidos. En las manifestaciones participaron grupos LGBT y sus miembros han sido especialmente perseguidos y encarcelados. El ministro de Interior, Süleyman Soylu, calificó a los integrantes del grupo como “pervertidos LGBT”. Erdogan, por su parte, los trató de “terroristas” enemigos de los principios y valores de la familia turca.
En contra de las mujeres
El 19 de marzo Erdogan retiró a Turquía de la Convención de Estambul, un acuerdo firmado por más de treinta naciones que compromete a sus miembros a combatir la violencia machista.
El director de Comunicaciones turco defendió la decisión señalando que “El Convenio ha sido secuestrado por personas que buscan normalizar la homosexualidad, algo incompatible con los valores de nuestra sociedad y nuestra familia“.
Los analistas han coincidido en que esta medida tomada por Erdogan buscó contentar y asegurar el apoyo de sectores religiosos ultraconservadores del país, opuestos al Convenio desde un comienzo.
Miles de mujeres turcas protestan semanalmente en distintos puntos del país desde que Turquía se salió del acuerdo. Los casos de feminicidio en Turquía son alarmantes. Solo en 2020 más de 300 mujeres fueron asesinadas por hombres.
En contra de la oposición
Omer Faruk Gergerlioglu, miembro del Partido Democrático de los Pueblos (HDP), fue retirado de su condición de diputado el 17 de marzo pasado. El Parlamento retiró su representatividad bajo la acusación de “difundir propaganda terrorista” a través de twitter en 2016. Por otra parte, el fiscal general de Turquía anunció la apertura de un caso para proscribir al partido. Los antiguos presidentes del partido, Figen Yuksekdag y Selahattin Demirtas, están encarcelados desde 2016 luego de ser acusados de terrorismo.