El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdoğan, ha culpado a Israel por las explosiones de dispositivos buscapersonas pertenecientes a miembros del grupo chiita Hezbolá, que han dejado un saldo de nueve muertos y más de 3.000 heridos.
Durante una llamada al primer ministro libanés, Najib Mikati, Erdoğan afirmó que “los esfuerzos de Israel por extender el conflicto en la región son extremadamente peligrosos”, según un comunicado emitido por la oficina de comunicación de la Presidencia turca.
El comunicado también subraya que Erdoğan se comprometió a continuar trabajando para “detener la agresión israelí”.
En su conversación con Mikati, el presidente turco ofreció sus condolencias por las víctimas y deseó una pronta recuperación a los heridos.
El martes, una serie de buscapersonas en posesión de miembros de Hezbolá explotaron simultáneamente en diferentes lugares del país. El grupo, cuyo brazo armado es considerado terrorista por la Unión Europea, ha atribuido estos ataques a Israel.
El Gobierno libanés ha contabilizado hasta ahora nueve fallecidos y cerca de 3.000 heridos como resultado de estas explosiones.
Por su parte, la empresa taiwanesa que fabrica estos dispositivos negó en un comunicado haber producido los aparatos implicados, señalando que la responsable es una compañía llamada BAC, con sede en Budapest.
Hezbolá utiliza estos dispositivos entre sus miembros como un medio de comunicación para evitar ser geolocalizados por Israel, que frecuentemente lleva a cabo asesinatos selectivos contra sus integrantes.