Crece el antisemitismo en Reino Unido
En el año 2023, el Reino Unido ha experimentado un inquietante aumento en los incidentes antisemitas, llegando a registrar la alarmante cifra de 4.103 casos, más del doble de los reportados en 2022.
Este incremento ha sido el más alto en el país desde que el Community Security Trust (CST) comenzara a documentar estos eventos en 1984.
El CST, una organización dedicada a proporcionar asesoramiento en seguridad a la comunidad judía británica, compuesta por unas 280.000 personas, ha relacionado este significativo aumento con la guerra entre Israel y Hamás, iniciada el 7 de octubre. En esa fecha, el grupo islamista Hamás llevó a cabo ataques en el sur de Israel, resultando en la muerte de unas 1.200 personas y la captura de 253 rehenes.
Según el CST, la escalada en los incidentes antisemitas fue inicialmente una reacción a los ataques de Hamás, más que a la respuesta militar de Israel en Gaza.
La guerra ha cobrado la vida de al menos 28.000 gazatíes, según el Ministerio de Sanidad de Gaza, controlado por Hamás. Sin embargo, este informe no distingue entre las víctimas civiles y los combatientes terroristas, ni especifica cuántas muertes fueron causadas por los miles de cohetes fallidos lanzados por Hamás.
Protesta frente al parlamento británico para exigir políticas más activas en contra del antisemitismo (BBC)
El 7 de octubre como disparador del odio antijudío
El aumento en los incidentes reportados después del 7 de octubre ha superado los totales anuales de años anteriores, lo que expone la gravedad de la situación.
Mark Gardner, director ejecutivo del CST, ha manifestado su preocupación por el creciente odio hacia la comunidad judía, señalando casos de acoso, intimidación, amenazas y ataques físicos en diversos ámbitos sociales, incluido el digital.
Gardner ha criticado la falta de respuesta y condena por parte de ciertos sectores de la sociedad que, aunque denuncian el racismo en otras circunstancias, parecen permanecer en silencio frente al antisemitismo.
Según el CST, este fenómeno plantea un desafío significativo no solo para la comunidad judía, sino para toda la sociedad británica, haciendo un llamado la reflexión y acción colectiva frente al aumento del odio y la intolerancia.