Mowlavi Abdolhamid criticó el aumento de las ejecuciones
El máximo líder suní de Irán ha vuelto a expresar su inquietud por el creciente número de ejecuciones. Además, afirmó que la represión no ha logrado disuadir a la gente de perseguir sus demandas.
Durante su discurso del viernes en Zahedán, capital de Sistán y Baluchistán, Mowlavi Abdolhamid hizo un llamado al cese de las ejecuciones políticas y relacionadas con las drogas, que han generado consternación no solo entre los iraníes sino también a nivel mundial.
La mayoría de las ejecuciones en Irán están vinculadas a condenas relacionadas con las drogas. Abdolhamid ha señalado en repetidas ocasiones que la falta de empleo en su provincia y en otras áreas empobrecidas es la causa principal de que las personas se vean obligadas a participar en actividades como el contrabando de combustible, así como en delitos menores relacionados con las drogas o el tráfico de estupefacientes.
En Irán, la gasolina y especialmente el diésel son extremadamente económicos (alrededor de 10 centavos de dólar por galón) debido a los generosos subsidios gubernamentales. Esto ha favorecido el contrabando de combustible hacia países vecinos como Pakistán. Según el clérigo, muchas de estas personas terminan en prisión o incluso son ejecutadas.
Al referirse a los cargos políticos contra manifestantes que podrían resultar en la pena de muerte, Abdolhamid destacó que durante la época del profeta del Islam, las ejecuciones eran tan escasas como los dedos de una mano, y estaban relacionadas con la “retribución”.
“El profeta ni siquiera ejecutó a aquellos que proporcionaron información a los enemigos, y dijo que si lo hacía, dirían que mata a su propio pueblo y que no es leal a ellos“, declaró Abdolhamid a su congregación.
Desde diciembre de 2022, al menos nueve manifestantes vinculados a las protestas “Mujeres, Vida, Libertad” han sido ejecutados.
Según la Agencia de Noticias de Activistas de Derechos Humanos, solo en 2023, al menos 791 ciudadanos, incluyendo 25 mujeres y dos menores delincuentes, fueron ejecutados, lo que representa un aumento del 33 por ciento en comparación con el año anterior.
Amnistía Internacional reveló que desde enero de 2012 hasta julio de 2023, más de 5.000 personas, incluidos 57 niños, fueron ejecutadas en la República Islámica.
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