Un protegido de Jamenei al mando del Poder Judicial
Este jueves, el líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, ha nombrado como nuevo jefe del Poder Judicial a un clérigo de línea dura sancionado por Occidente. Se trata de Gholamhossein Mohseni Ejehi, quien sustituirá a Ebrahim Raisi, luego de que éste fuera elegido presidente semanas atrás.
Al anunciar el nombramiento de Ejehi, el ayatolá Jamenei, quien tiene la última palabra en todos los asuntos de Estado en la República Islámica, lo instó a defender la justicia y enfrentar la corrupción. El líder supremo destacó la “experiencia valiosa, impecable historial y competencia jurídica” del clérigo.
El Poder Judicial iraní, del que Ejehi se hará cargo, es uno de los más criticados en el mundo. El uso de la ejecución como forma de pena y los constantes atropellos hacia ciudadanos con doble nacionalidad que mantienen vínculos con Occidente (generalmente acusados bajo falsos cargos de espionaje) le han ganado el repudio y las denuncias masivas de grupos de derechos humanos en todo el mundo.
Ebrahim Raisi, el anterior jefe del Poder Judicial y recién electo presidente, fue sancionado por EE.UU. por su participación como miembro de un tribunal que dictó la ejecución de miles de personas en 1988.
Ejehi, una figura cercana al ayatolá Jamenei, había oficiado como jefe adjunto del Poder Judicial y tiene una larga trayectoria de desempeño en la institución. El clérigo fue uno de los primeros en impulsar las restricciones a Internet y a las redes sociales en el país persa.
Durante la primera etapa de gobierno de Mahmud Ahmadineyad, Ejehi ocupó el cargo de ministro de Inteligencia.

Un historial de crímenes y de violaciones a los derechos humanos
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos y la Unión Europea han incluido al clérigo en sus listas negras de sanciones. Ejehi cumplió un rol activo durante la controvertida reelección de Ahmadineyad en 2009. Su nombre fue asociado a graves violaciones a los derechos humanos. El resultado de aquella elección fue considerado fraudulento por buena parte de los iraníes, lo que provocó protestas masivas. La represión del Estado fue brutal: miles de personas fueron detenidas y decenas resultaron asesinadas.
Asimismo, Ejehi ha sido acusado de participar en una serie de asesinatos de activistas opositores a fines de los 90. Por aquel entonces, desempeñaba las funciones de fiscal en el Tribunal Especial de Clérigos.












