Nueva Delhi critica al líder supremo de Irán
El gobierno de la India respondió enérgicamente a las declaraciones del ayatolá Ali Jamenei, líder supremo de Irán, sobre el supuesto maltrato a los musulmanes en territorio indio.
“Lamentamos profundamente los comentarios del líder supremo de Irán sobre las minorías en la India. Consideramos estas declaraciones desinformadas e inaceptables. Aconsejamos a los países que hacen tales observaciones que examinen primero su propio historial en materia de derechos de las minorías”, expresó el Ministerio de Asuntos Exteriores indio en un comunicado.
Esta declaración es una réplica directa a un mensaje publicado horas antes en la cuenta oficial de Jamenei en la plataforma X (anteriormente Twitter).
“Los enemigos del Islam siempre han intentado hacernos indiferentes a nuestra identidad común como Ummah islámica. No podemos considerarnos musulmanes si ignoramos el sufrimiento de nuestros hermanos en Myanmar, Gaza, India o cualquier otro lugar”, dijo el líder supremo.
Aunque India e Irán suelen mantener relaciones cordiales, ocasionalmente surgen tensiones relacionadas con los derechos de los musulmanes. En 2019, Jamenei causó revuelo diplomático al instar a India a adoptar un enfoque “justo” hacia Cachemira, región de mayoría musulmana disputada entre India y Pakistán.
Un año después, el entonces ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Javad Zarif, condenó la violencia contra musulmanes durante los disturbios de Delhi, lo que llevó a India a convocar al embajador iraní para expresar su descontento.
India alberga una de las poblaciones musulmanas más numerosas del mundo. El actual gobierno indio, liderado por el Partido Bharatiya Janata (BJP), ha sido criticado por países musulmanes por su trato a la minoría islámica, especialmente tras la introducción en 2019 de la Ley de Enmienda de Ciudadanía (CAA), que facilita la ciudadanía a refugiados de países vecinos, excluyendo a los musulmanes.
Por su parte, la República Islámica de Irán, de mayoría chiita, es conocida por violar los derechos de las minorías, particularmente de comunidades religiosas no musulmanas como los bahá’ís y ramas minoritarias del Islam.
Los cristianos conversos también sufren acoso y encarcelamiento. Incluso los musulmanes sunitas enfrentan una fuerte discriminación en Irán, incluyendo la prohibición de construir sus propias mezquitas en las principales ciudades.