Nuevas amenazas de Nasrallah y Salami dirigidas a Israel
Hassan Nasrallah, líder de Hezbolá, y Hossein Salami, comandante de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, prometieron venganza contra Israel tras dos días de explosiones que causaron al menos 37 muertes y cerca de 3.000 heridos entre los combatientes del grupo libanés.
Estos ataques, atribuidos a Israel, han elevado las tensiones en la frontera líbano-israelí, aunque no parecen indicar una guerra regional inminente.
Nasrallah calificó los hechos como “un golpe sin precedentes” y una posible “declaración de guerra”, prometiendo una respuesta contundente.
Israel no ha comentado sobre su presunta participación en estos ataques.
Por su parte, Salami predijo la “destrucción total” del “régimen cruel y criminal” israelí por parte de la alianza de milicias islamistas liderada por Irán en la región.
Desde el asesinato del líder de Hamás en Teherán el 31 de julio, atribuido a Israel, la República Islámica ha prometido represalias, aunque aún no ha ejecutado ninguna acción. En abril, Irán lanzó un ataque masivo contra Israel en respuesta a un ataque israelí en Damasco.
El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, advirtió contra una escalada en Oriente Medio, afirmando que Estados Unidos no tenía conocimiento previo ni participación en los ataques recientes.
Hezbolá, fundado en los años 80 con ayuda iraní, ha sido durante mucho tiempo el aliado más fuerte de Teherán en el Líbano y un elemento clave en su estrategia regional. El grupo se ha convertido en una gran fuerza política y en una poderosa milicia que frecuentemente entra en conflicto con Israel.