La censura sale cara en Irán
El reporte anual emitido por el Ministerio de Industria de Irán ha puesto de manifiesto una reducción del 17% en las operaciones de compra en línea y transacciones de comercio electrónico durante el último año iraní, que concluyó el 20 de marzo.
El informe, elaborado por el Centro de Avance del Comercio Electrónico, indica que desde marzo de 2022, la cantidad de transacciones ha experimentado un descenso de alrededor de 3.600 millones a 3.000 millones de operaciones, situación que podría ser atribuida a las extensas interrupciones y apagones de Internet que se han producido en Irán desde septiembre.
En junio, la Asociación de Comercio Electrónico de Teherán emitió una señal de alarma en relación con el “débil estado” de la calidad de la conexión a Internet en Irán, identificando la causa principal como “interrupciones sistemáticas y continuas que afectan a todas las direcciones IP y sitios web“.
Una sección específica del informe profundizó en las preferencias de las redes sociales y las aplicaciones de mensajería entre los actores del comercio electrónico. Instagram se erige como el jugador preponderante, con una significativa cuota de uso del 55%. Sin embargo, desde septiembre, esta red social de amplia popularidad está restringida en Irán.
Telegram, objeto de censura en Irán desde 2019, se ubicó en el segundo lugar con un 41% de utilización, mientras que WhatsApp, también bloqueado desde 2022, representó un segmento del 37%.
Esta interrupción surge a raíz de las manifestaciones que iniciaron el año pasado, y que cobrarán fuerza nuevamente en conmemoración al aniversario del fallecimiento de Mahsa Amini, una joven kurda de 22 años, asesinada bajo custodia policial.
Además, en medio del contexto de las protestas a nivel nacional, un significativo “80% de los usuarios dentro del país” han expresado la necesidad de recurrir a VPN o servicios proxy para acceder a las plataformas de redes sociales.












