Joe Biden, un presidente a la medida del régimen
Antes de que culminaran las conversaciones “indirectas” en Viena entre Irán y Estados Unidos, la administración Biden ya había cedido ante el chantaje del régimen iraní al mostrarse dispuesto a levantar las sanciones con el objetivo de restablecer el acuerdo nuclear. Teherán, por su parte, no se comprometió a cumplir con las demandas que la comunidad internacional ha estado reclamándole en los últimos meses, especialmente en lo que concierne a su programa nuclear.
Ned Price, portavoz del Gobierno estadounidense, ha anticipado que Washington está en condiciones de levantar todas aquellas sanciones “que sean incompatibles con el acuerdo nuclear”.
Sin embargo, Price no descartó que se vaya aún más a fondo y se eliminen incluso aquellas sanciones que castigan a Irán por fomentar el terrorismo internacional, por violar los derechos humanos y por el desarrollo de su programa de misiles balísticos.
Cambio de estrategia
La estrategia de “máxima presión” de Donald Trump estuvo a muy poco de darle el tiro de gracia al Gobierno iraní. El pueblo persa se levantó al ver que el régimen malgastaba el dinero en campañas militares y en financiar al terrorismo en lugar de auxiliar a sus propios ciudadanos, cada vez más desamparados debido a la profunda crisis económica que ha estado atravesando el país.
Joe Biden, por su parte, está dispuesto a renunciar a esa estrategia; y todos sus esfuerzos van encaminados en el sentido contrario, que es el de la reconciliación con un régimen terrorista y enemigo de los derechos humanos. La quita de sanciones permitirá a Teherán acceder a fondos que le permitirán incrementar su influencia ya nefasta en Oriente Medio.

Y los atropellos del régimen no solo se circunscriben a su programa nuclear y a su ejercicio del terrorismo en Oriente Medio. Un tribunal belga condenó en febrero de este año a un funcionario diplomático iraní por conspirar para colocar una bomba en una protesta de disidentes en París. Se recolectaron suficientes pruebas que vincularon el plan con agentes de Inteligencia iraní operando en suelo europeo.
La nueva administración estadounidense se dispone en estos momentos a ofrecer al régimen una bocanada de aire. Biden les sirve en bandeja a los iraníes el acceso a miles de millones con los que podrán incrementar los ya altos niveles de violencia e inestabilidad en distintas partes del mundo. Esa decisión irresponsable de Biden harán del mundo en el que vivimos un lugar mucho más intolerante y sangriento de lo que ya es.












