Erdogan y su guerra declarada al periodismo
En los últimos cinco años, Turquía se ha convertido en uno de los países más hostiles para el periodismo. Son más de 200 los trabajadores de los medios de comunicación que han ido a parar a la cárcel. La mayoría de ellos han sido acusados de “insultar al presidente”. A fines del año pasado, Human Rights Watch presentó un informe en el que se denunciaba que 87 periodistas estaban bajo prisión preventiva o cumpliendo condenas por terrorismo debido a su actividad profesional.
Uno de cada seis periodistas está siendo juzgado en Turquía, según un informe anual de La Asociación Turca de Periodistas. En los últimos cuatro años, se han cerrado más de 170 medios de comunicación. Erol Onderoglu, representante de Reporteros Sin Fronteras (RSF) en Turquía, está sufriendo un proceso judicial en el que se lo acusa de “hacer propaganda para una organización terrorista”. Se enfrenta a 14 años de prisión.
En noviembre del año pasado, un tribunal condenó a cadena perrpetua a Hidayet Karaca, periodista y director de un medio de televisión clausurado por el régimen. En febrero de este año, tres reporteros y el codirector de un diario clausurado recibieron 20 años y 10 meses de prisión.
Erdogan también ha restringido la libertad de expresión en las redes sociales. Según Human Rights Watch, la policía turca está investigando y deteniendo a miles de personas por mensajes en Instagram o Twitter. Las autoridades turcas han bloqueado hasta el momento más de 400.000 sitios web.
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