Dos reconocidos periodistas iraníes fueron arrestados por el régimen
Yashar Soltani y Saba Azarpeik, dos reconocidos periodistas iraníes famosos por sus investigaciones sobre la corrupción, han sido arrestados para cumplir sus condenas, según informó el periódico Shargh.
Ambos periodistas han criticado abiertamente al gobierno iraní, denunciando principalmente irregularidades financieras.
Soltani enfrenta una sentencia de 13 meses por “difundir mentiras para perturbar la mente del público”.
Azarpeik tiene cargos en dos casos distintos, con un total de 15 acusadores privados. Ha sido declarada culpable en uno de los casos y sentenciada a dos años de prisión y una multa por “difamación y publicación de información falsa”.
El proceso judicial del otro caso, con ocho acusadores privados, todavía está en revisión y no se ha emitido un veredicto final.
Soltani ya había cumplido una condena en prisión en 2016 por destapar casos de corrupción financiera en el municipio de Teherán durante el liderazgo del actual presidente del parlamento, Mohammad Bagher Ghalibaf.

Saba Azarpeik y Yashar Soltani
Corrupción estructural
En una entrevista concedida en octubre, Soltani lamentó la persistencia de la corrupción y subrayó cómo los corruptos permanecen ilesos a pesar de ser expuestos. También criticó el supuesto sesgo del sistema de justicia iraní hacia las personas cercanas al régimen, incluido el círculo íntimo del líder supremo, Alí Jamenei.
El trabajo de investigación de Azarpeik reveló varios casos altisonantes, incluidas la corrupción en el municipio de Teherán bajo Ghalibaf, y en el Ministerio de Industria, Minas y Comercio bajo las administraciones de Hassan Rouhani y Ebrahim Raisi.
Su dedicación a exponer irregularidades ha tenido un costo. En 2009, tuvo que afrontar consecuencias legales por informar sobre la brutalidad policial y ha sido arrestada en múltiples ocasiones.
En junio de 2014 fue detenida por vagos cargos de seguridad nacional. Por entonces, estuvo recluida en régimen de aislamiento durante 40 días antes de ser puesta en libertad bajo fianza en agosto del mismo año.
Los arrestos de Soltani y Azarpeik ponen de manifiesto los desafíos que enfrentan los periodistas que se atreven a desafiar el statu quo en Irán.