Alarmante informe de Amnistía Internacional sobre las ejecuciones en Irán
El informe anual de Amnistía Internacional reveló un alarmante incremento en las ejecuciones globales durante 2023, liderado por Irán.
Según Agnès Callamard, secretaria general de AI, las autoridades iraníes han intensificado el uso de la pena capital para infundir miedo y consolidar su poder.
Irán fue responsable del 74% de las 1.153 ejecuciones registradas en 2023, seguido por Arabia Saudita con el 15%. Esta escalada se atribuye principalmente a la política iraní, que actualmente amenaza la vida de decenas de disidentes, incluyendo al rapero Toomaj Salehi y otros siete activistas involucrados en el levantamiento “Mujer, Vida y Libertad”.
La minoría étnica baluchi ha sido desproporcionadamente afectada, representando el 20% de las ejecuciones, a pesar de constituir solo el 5% de la población. Además, al menos 24 mujeres y cinco menores de edad fueron ejecutados.
Más de la mitad de las ejecuciones en la República Islámica se produjeron por delitos no considerados capitales según el derecho internacional, como drogas, robo y espionaje.
Amnistía denunció un “angustioso regreso” a políticas letales antidrogas desde la llegada de Ebrahim Raisi a la presidencia en 2021. Las ejecuciones por drogas aumentaron un 89% en comparación con 2022.
El informe “No dejes que nos maten” urge a la intervención internacional para detener esta escalada, calificando las cárceles iraníes de “terrenos para ejecuciones masivas”.
Tras las protestas de 2022, las autoridades iraníes han cometido numerosas violaciones de derechos humanos, incluyendo ejecuciones arbitrarias, arrestos masivos, tortura y represalias contra mujeres y niñas que desafían las leyes sobre el velo.