El régimen iraní busca imponer mayor control
El domingo, las autoridades iraníes anunciaron el restablecimiento de la policía moral, encargada de hacer cumplir las leyes sobre el uso obligatorio del velo en el país.
La presencia de esta fuerza policial se había reducido significativamente tras las protestas antigubernamentales que sucedieron a la muerte de Mahsa Amini, una joven de 22 años asesinada bajo custodia policial.
Amini había sido detenida por la policía moral de Irán por llevar el velo islámico colocado de manera inadecuada. Aunque las protestas en las calles han disminuido, muchas mujeres iraníes han expresado públicamente su oposición al uso obligatorio del hiyab.
Saeed Montazer al-Mahdi, portavoz de la Fuerza de Aplicación de la Ley de la República Islámica de Irán (FARAJA), dijo el domingo que la decisión de reinstaurar la policía moral fue en respuesta a “demandas públicas, solicitudes de varios grupos sociales e instituciones, y el énfasis del presidente y el poder judicial“.
Según esta medida, las personas que desafíen las normas sociales o muestren “vestimenta no convencional” serán tratadas en consecuencia.
En mayo, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, pidió a Irán que despenalizara las leyes relacionadas con el velo obligatorio y advirtió que el acoso a las mujeres, incluyendo su forma de vestir, se ha intensificado tras el descenso de las protestas callejeras.
“Las mujeres y las niñas enfrentan medidas legales, sociales y económicas cada vez más restrictivas en la aplicación de las leyes discriminatorias sobre el uso obligatorio del velo“, dijo Volker Türk a los periodistas en Ginebra.
“Insto al gobierno a que escuche los llamados de reforma de los iraníes y comience derogando las regulaciones que penalizan el incumplimiento de los códigos de vestimenta obligatorios“, agregó.
En abril, Irán implementó un nuevo programa de vigilancia nacional para hacer cumplir la ley obligatoria sobre el hiyab.
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