Las fuerzas de seguridad dispararon contra la población
Este domingo, el destacado clérigo sunita iraní, Molavi Abdolhamid, dijo que las fuerzas de seguridad de la República Islámica dispararon balas de plomo contra personas desarmadas.
Abdolhamid aseguró que las fuerzas de seguridad abrieron fuego contra personas que regresaban a sus hogares luego de asistir a las oraciones del viernes en Zahedan.
El líder religioso calificó los crímenes como un “desastre sin precedentes”, y afirmó que los agentes vestidos de civil empezaron a disparar en respuesta a un grupo de jóvenes que arrojaron piedras a la comisaría. Sin embargo, muchas de las personas alcanzadas por las balas se encontraban rezando y ni siquiera estaban cantando consignas en contra del régimen.
“Nos han informado que las fuerzas de seguridad ya se encontraban estacionadas en dicha comisaría“, agregó.
Según la ONG Iran Human Rights, al menos 41 personas murieron el viernes durante un sangriento enfrentamiento entre manifestantes y la policía en Zahedan. Hasta el momento se registran 133 muertes en todo el país desde que estallaran las protestas dos semanas atrás.
Abdolhamid también confirmó los informes del viernes pasado sobre la violación de una adolescente de 15 años por parte del coronel Ebrahim Khouchakzai, comandante de policía en la ciudad de Chabahar.
Desde la muerte de Mahsa Amini, de 22 años, las ciudades iraníes se han convertido en escenarios de protestas y enfrentamientos. La joven murió de reiterados golpes en la cabeza en una comisaría, a donde fue trasladada por la “policía de la moral” por llevar mal colocado el hiyab o velo islámico.
Las autoridades iraníes han intentado contener a la población con represión salvaje en las calles y difundiendo falsedades en los medios estatales, a los que acuden distintos funcionarios del gobierno a afirmar que Amini padecía problemas cardíacos y que falleció de causas naturales, algo que ha sido desmentido por los médicos que la trataron en el hospital en el que murió y por sus familiares.
