Escándalo en el Reino Unido
Según el periódico Jewish Chronicle del Reino Unido, un grupo de científicos de algunas de las principales universidades británicas ayudaron a Irán a desarrollar drones y aviones de combate, a pesar de las sanciones impuestas contra el régimen. Estas revelaciones han causado indignación entre los legisladores.
Un portavoz del gobierno británico declaró que el país “no aceptaría colaboraciones que comprometieran nuestra seguridad nacional“.
Por su parte, David Lammy, secretario de Relaciones Exteriores, expresó su profunda preocupación por la investigación del Jewish Chronicle, y solicitó una investigación urgente sobre las violaciones de las sanciones.
La diputada Alicia Kearns, presidenta del Comité Selecto de Asuntos Exteriores de la Cámara de los Comunes, calificó esta colaboración como “horrible” y expresó su temor de que violara las sanciones vigentes relacionadas con tecnologías sensibles y de doble uso.
Al menos once universidades británicas están involucradas en esta colaboración, incluyendo la Universidad de Cambridge y el Imperial College London. Se informó que el personal de estas universidades ha estado llevando a cabo al menos dieciséis estudios que podrían ser utilizados por las fuerzas militares iraníes.
Cabe destacar que el Reino Unido impuso recientemente nuevas sanciones contra los iraníes por suministrar a Rusia drones kamikaze utilizados en Ucrania.
Según el Jewish Chronicle, Teherán ha financiado a investigadores en el Reino Unido que trabajan en la mejora de los motores de drones, aumentando su altitud, velocidad y alcance.
También se informó que otra universidad británica se asoció con homólogos iraníes para probar nuevos sistemas de control sofisticados para motores a reacción, con el objetivo de mejorar su maniobrabilidad y tiempo de respuesta.
Varios parlamentarios han solicitado detalles sobre cómo se llevó a cabo esta investigación, incluyendo los proyectos que podrían impulsar la tecnología vendida a Rusia para su uso en la guerra en Ucrania. Esto ha generado preocupación sobre la efectividad de las supuestas duras sanciones impuestas por el gobierno.