El régimen busca impedir que se difunda material sobre lo que allí sucede
Una semana después de las protestas por la escasez de agua en el suroeste del país, Irán ha estado suspendiendo el servicio de Internet para teléfonos móviles. Las protestas han dejado al menos tres muertos hasta el momento.
Los primeros cortes se registraron el 15 de julio, cuando comenzaron las protestas en Khuzestan, según informó el grupo de defensa del acceso a Internet NetBlocks.org. El grupo atribuyó los cortes a “controles estatales de la información o cortes selectivos de internet”. La región de Khuzestan, rica en petróleo, padece una de las peores sequías de las últimas décadas.
Si bien el servicio de telefonía fija no ha estado siendo interrumpido, NetBlocks asegura en su análisis de la situación que “con un cierre regional se pretendía controlar las protestas“.
Según el grupo se trata de un “casi total cierre de Internet que limitará las posibilidades del público de comunicarse entre sí y el mundo exterior y así manifestar su descontento político“.
Los medios estatales iraníes no abordado esta situación y mucho menos reconocido el cierre de Internet por parte de las autoridades.
Una vieja práctica del régimen iraní
Distintas organizaciones de activistas a favor de los derechos humanos en el exterior han estado denunciado estas prácticas del Gobierno iraní. Desde las violentas y controvertidas elecciones de 2009 y las protestas del Movimiento Verde, el régimen ha estado ejerciendo cada vez mayor control sobre Internet.
En noviembre de 2019, Teherán cerró completamente la Internet en todo el país a causa de las protestas masivas por los precios del combustible. Con estos atropellos a la libertad de expresión el Gobierno teocrático limita considerablemente a sus ciudadanos la capacidad de comunicarse entre sí —lo que dificulta la posibilidad de organizar o encausar los reclamos— y de difundir material audiovisual que pueda difundirse en el resto del mundo a través de la web.
Las protestas han tenido lugar en ocho ciudades y en varios pueblos de Khuzestan. Las fuerzas de seguridad han reprimido violentamente a los manifestantes, valiéndose de gases lacrimógenos, balas de goma y cañones de agua, según informó el grupo de Activistas de Derechos Humanos en Irán.
Criminalización estatal del derecho a la protesta
Los medios estatales han informado sobre la muerte de un oficial de policía y dos manifestantes. La prensa del régimen ha estado difundiendo videos en los que se ven en apariencia a protestantes con armas de fuego, en un intento por responsabilizarlos de la situación y justificar los abusos policiales. En el pasado, las autoridades iraníes y los medios del régimen han demonizado a grupos de ciudadanos que han salido a las calles a expresar su malestar por la situación del país.
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