Ankara recibió fuertes advertencias de Estados Unidos y la Unión Europea
Ante las intenciones expansionistas en Chipre del presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, la Unión Europea y el Gobierno de Estados Unidos han lanzado serias advertencias. Por su parte, las Naciones Unidas manifestaron su “profunda preocupación” ante los anuncios de la apertura de una parte de Varosha. Además, la ONU se pronunció sobre el peligro que implica tomar “acciones unilaterales” que pueden complicar el conflicto en la isla.
El martes pasado, el primer mandatario turco, Recep Tayyip Erdogan, realizó una visita al norte de Chipre y rechazó las negociaciones de reunificación al aprobar la apertura de Varosha, violando así las resoluciones de Naciones Unidas. Ersin Tatar, líder nacionalista turcochipriota, adelantó que se levantará la condición de zona militar en un 3,5% de este barrio, cerrado tras la invasión turca, y del que fueron expulsados unos 12.000 grecochipriotas.
Luego de la invasión de la parte norte de Chipre, en 1974, se produjo un desplazamiento de unos 200.000 grecochipriotas hacia el sur y unos 60.000 turcochipriotas hacia la parte septentrional. Una década más tarde, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas emitió una resolución que prohíbe el asentamiento en Varosha de personas que no sean sus habitantes. Por otra parte, el organismo internacional pidió la transferencia de esta zona a la administración de la ONU.
La postura de Estados Unidos
En el día de ayer (23/07/2021), el Gobierno de Estados Unidos calificó de “inaceptable” y “provocativa” la apertura parcial de Varosha anunciada por Tatar. Washington advirtió que impulsará una “fuerte respuesta” a esta decisión en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
“Estados Unidos sostiene que las acciones turcochipriotas en Varosha, que tienen el apoyo de la República de Turquía, son inaceptables, provocativas e incompatibles con sus compromisos asumidos en el pasado“, declaró Antony Blinken, el secretario de Estado estadounidense.
La postura de la Unión Europea
Erdogan también recibió la condena frontal de la Unión Europea. Un alto funcionario europeo para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, dijo que el anuncio de la apertura de Varosha ha causado “una profunda preocupación en el bloque europeo y es absolutamente inaceptable“.
Borrell aseguró que la Unión Europea “seguirá muy de cerca” al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en relación al caso Chipre y advirtió que se decidirá en consecuencia a partir de los próximos pasos realizados.
“El bloque europeo una vez más remarca la necesidad de no tomar acciones unilaterales opuestas al Derecho Internacional ni provocaciones que podrían aumentar el malestar y las tensiones en la isla“, enfatizó el representante europeo.
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