La administración Biden busca moderar el discurso israelí
El Canal 12 israelí informó que Estados Unidos ha estado presionando a Israel en las últimas semanas para que deje de “provocar” a Irán, ya que esta postura estaría entorpeciendo las negociaciones en Viena, que buscan restablecer el acuerdo nuclear.
Los medios de comunicación hebreos han hecho especial hincapié en esta advertencia de Washington. Sin embargo, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, así como otras autoridades que integran su Gobierno, han insistido en continuar con una política agresiva respecto a Teherán.
El ataque a la planta de Natanz no fue comunicado en Washington antes de ser ejecutado, y los estadounidenses aclararon de inmediato no haber tenido ningún tipo de participación en el mismo. Este incidente provocó serios daños a la instalaciones nucleares iraníes.
La semana pasada, sin embargo, las autoridades persas confirmaron que los efectos de la explosión ya habían sido reparados y que las centrifugadoras volvían a estar en funcionamiento. La respuesta del régimen iraní a este ataque fue dar un salto en su programa nuclear y comenzar a enriquecer uranio a un 60% de pureza.
Desde Estados Unidos vinculan el ataque a la planta de Natanz a la intención de Netanyahu de sabotear las negociaciones en Viena. No obstante, el líder supremo iraní, Ali Jamenei, ordenó a los diplomáticos iraníes que no abandonaran Viena.
Si bien ni el presidente Joe Biden ni el secretario de Estado Antony Blinken se han pronunciado públicamente, está claro que la administración estadounidense actual ve con preocupación lo ocurrido en Natanz. No obstante, en la Casa Blanca se busca evitar una confrontación abierta con Tel Aviv, ya que esto podría comprometer las relaciones con el poderoso lobby judío estadounidense.
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