Turquía mantiene su alianza militar con Rusia a pesar de la guerra
Turquía confirmó en las últimas horas que sigue en conversaciones con Moscú sobre la adquisición de un segundo lote de uno de sus sistemas de misiles de defensa. Estas negociaciones avanzan pese a la guerra en Ucrania.
El jefe del organismo turco de compras militares, Ismail Demir, explicó a la televisión estatal que el contrato firmado en 2017 hablaba de dos baterías del sistema ruso de misiles S-400. El primer lote fue entregado a Turquía en 2017.
“Siempre se trató de un solo proyecto. No estamos avanzando hacia uno nuevo“, aclaró Demir. “Seguimos implementando la decisión que tomamos desde un primer momento“, añadió.
Sin embargo, la administración Trump sancionó tanto a Demir como a la agencia a su cargo por la compra de misiles a Rusia.
Más allá de solidarizarse con el pueblo ucraniano tras la invasión, Ankara es un aliado estratégico de Rusia y procura conservar sus buenas relaciones pese al conflicto. En las últimas visitas a Moscú del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, el mandatario se comprometió con su par ruso a profundizar las relaciones bilaterales, especialmente en el área militar.
El Gobierno turco se ha propuesto como mediador desde el estallido de la guerra y Estambul ha sido escenario de encuentros entre diplomáticos rusos y ucranianos. Washington ha visto esta disposición turca con buenos ojos.
En las últimas semanas, el presidente Joe Biden anunció que podría proveer a Turquía de aviones de combate F-16. El año pasado Erdogan había mostrado interés en estos aviones.
Las relaciones entre Erdogan y la administración Biden han sido tensas desde los primeros días del presidente estadounidense en la Casa Blanca. En las últimas horas, el mandatario turco mandó a Biden a “aprender historia”, luego de que hablara del “genocidio armenio”, un término que el Gobierno actual de Turquía rechaza para designar a las masacres cometidas por el Imperio otomano contra la población armenia en 1915.