La inflación no da tregua en Turquía
La inflación en Turquía roza el 70% interanual en abril, según los datos oficiales anunciados el jueves. Esta situación está disminuyendo drásticamente la capacidad adquisitiva de los hogares turcos y afectando las posibilidades de reelección del presidente Recep Tayyip Erdogan.
Las medidas adoptados por el gobierno a principios de año no han podido contener el aumento de los precios, que se han elevado en un 7,25% en el mes de abril hasta alcanzar una inflación interanual de 69,97%, la más alta en los últimos veinte años.
El aumento de precios del consumo es continuo desde hace casi un año. En marzo superó el 61% interanual a causa del encarecimiento de la energía y el hundimiento de la lira turca.
A pesar de los temores a que la inflación se dispare aún más acelerada por la guerra entre Rusia y Ucrania, que exportan cereales y energía a Turquía, el banco central turco no ha aumentado sus tasas de interés, que se mantienen en un 14% desde fines de 2021.
El presidente Erdogan considera que las tasas altas de interés provocan la inflación, una idea rechazada por las teorías económicas clásicas.
En enero, Erdogan prometió reducir la inflación a menos del 10% “lo más rápido posible” y la semana pasada aseguró que “comenzará a ralentizarse a partis de mayo”.
Desde el oficialismo se teme que una hiperinflación sostenida en el tiempo pueda socavar la popularidad de Erdogan de cara a las elecciones presidenciales de 2023.
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