El presidente ruso arremetió contra la ONU
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha condenado la reciente intervención de los cascos azules en Chipre, en la que se impidió la construcción de una carretera en la franja de seguridad que separa las dos partes de la isla. Erdogan calificó esta intervención como “ilegal e inhumana“.
Además, señaló que “no es legal ni humano impedir que los turcochipriotas que viven en la aldea de Pile lleguen a su tierra natal“.
Erdogan subrayó que es inaceptable la intervención de los soldados de las fuerzas de mantenimiento de paz de la ONU en territorio bajo la soberanía de la República Turca del Norte de Chipre.
La Fuerza de Mantenimiento de la Paz de la ONU en Chipre (UNFICYP) intervino la semana pasada en trabajos de construcción de carreteras que conectarían la aldea turcochipriota de Pile con el resto de la República Turca del Norte de Chipre (TRNC).
El mandatario turco declaró que estas acciones son “incompatibles” con el derecho internacional y que han escalado las tensiones en la región. Criticó la falta de buena fe en la intervención, especialmente en un momento en que se busca fortalecer las relaciones con los vecinos y resolver problemas entre las partes.
En su rol de estado garante, Turquía ratificó su postura de no permitir “hechos consumados y actos ilegales” en Chipre, especialmente en la zona de amortiguamiento.
Erdogan aseguró que no dejarán solos a los turcochipriotas y criticó la actitud intransigente de la parte grecochipriota y sus demandas unilaterales e injustas.
El presidente turco también cuestionó la declaración de la Unión Europea sobre este asunto, considerándola “desafortunada”.
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