Erdogan arremete contra ecologistas y lugareños en defensa de intereses mineros
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdoğan, ha calificado de “marginales disfrazados de ecologistas” a un grupo de activistas y habitantes locales que se han estado manifestando en contra de la deforestación en el bosque de Akbelen.
La deforestación se lleva a cabo para dar lugar a la expansión de una mina de carbón en el distrito de İkizköy, en la provincia meridional de Muğla.
En una declaración posterior a una reunión de gabinete, Erdoğan afirmó que la central termoeléctrica de Akbelen, la cual aporta cerca de dos tercios de la electricidad utilizada en la región del Egeo Meridional, es un recurso nacional de gran importancia para el país.
El mandatario expresó la necesidad de que continúe operando con carbón. Mientras que no ve objeciones al aumento de la producción de carbón en Europa, criticó las protestas en Turquía en nombre del amor por los árboles, calificándolas de provocadoras.
Erdoğan dijo que no cree que la protesta esté basada solo “en el amor por los árboles”.
“Nosotros no nos preocupamos por aquellos que parecen ecologistas marginales, estamos enfocados en nuestros asuntos. Te pregunto, ¿cuántos olivos has plantado hasta ahora? Sal y explícalo. Como gobierno del AKP, hemos plantado miles de millones de árboles. En los últimos 21 años, Turquía ha plantado 6 mil millones de árboles, estableciendo un récord en este ámbito”, agregó el presidente.
El bosque Akbelen y la comunidad de İkizköy se han enfrentado a la amenaza de la expansión de las minas de carbón desde 2019.
En la búsqueda de anular el proyecto, los residentes presentaron en 2021 una demanda en contra de la empresa YK Energy, una filial conjunta de IC Holding y Limak Holding, conocida por sus estrechos lazos con el gobierno turco.
A lo largo del proceso legal, los tribunales han fallado en varias ocasiones a favor de suspender el proyecto minero, pero la empresa ha hecho caso omiso de estas decisiones judiciales.
En las últimas dos semanas, la tala de árboles se ha intensificado, y los manifestantes han sido objeto de fuertes represiones por parte de las fuerzas de seguridad, sin importar su edad.
La gendarmería ha empleado gas pimienta a corta distancia y disparado cartuchos de gas en el área boscosa, incluso en medio de un calor intenso.
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