Ankara ha ratificado la prisión preventiva del activista
A mediados de septiembre, el Comité de Ministros del Consejo de Europa exhortó a Turquía a liberar a Osman Kavala antes de finales de noviembre. Además, amenazó con aplicar sanciones a Turquía, miembro del organismo desde 1950.
Sin embargo, la Fiscalía pidió que se sostenga la medida de prisión preventiva, y el tribunal decidió mantenerla.
“El tribunal tuvo la oportunidad de mostrar la independencia de la Judicatura, pero no la aprovechó“, declaró a la prensa Tolga Aytöre, uno de los abogados de Kavala.
En el pasado, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, trató a Kavala de “basura de Soros” en referencia al inversionista George Soros. Asimismo, el mandatario comparó su encarcelamiento con el de “terroristas, ladrones y asesinos”.
El mes pasado, se produjo una fuerte turbulencia diplomática entre Ankara y varias potencias occidentales, entre ellas EE.UU., por haber firmado un comunicado conjunto que pedía la liberación de Kavala. Entonces, Erdogan amenazó con la expulsión de los embajadores de las naciones firmantes. Los funcionarios se retractaron y el vínculo finalmente se normalizó.
“Están manteniendo en prisión sin la menor prueba y bajo acusaciones absurdas a una persona. La política y la justicia le han hecho un inmenso daño a este país“, dijo Sezgin Tanrikulu, diputado del mayor partido opositor.
Kavala fue acusado primero de financiar las protestas del parque Gezi en 2013. Al no poderse comprobar estas acusaciones fue liberado poco tiempo después, pero inmediatamente fue acusado de formar parte de un complot que intentó dar un golpe de Estado en 2016. También pesan sobre él acusaciones de espionaje.
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