Turquía saca músculo
La República de Turquía ha enviado misivas diplomáticas a Grecia e Israel. En ellas se les informa a ambas naciones que deben solicitar permiso al gobierno turco antes de realizar las obras correspondientes a un proyecto submarino en el Mediterráneo Oriental.
Esta intimidación turca se produce algunos días después de que Israel realizara un simulacro naval con Grecia, Francia y Chipre. En el 2019, Turquía firmó un acuerdo con Libia y ha estado desafiando las reclamaciones de Grecia y Chipre el año pasado.
Las autoridades turcas han expresado la voluntad de reconciliarse con Israel, con el objetivo de apartar a Grecia de Tel Aviv. Los medios de comunicación turcos afines al gobierno de Erdogan, intentaron incluso enviar mapas a autoridades israelíes, anunciando que Turquía podría firmar un tratado marítimo con Israel, que barrería las demandas de Chipre.
Cabe recordar que Chipre e Israel mantienen una relación amistosa y una frontera marítima aceptada por ambas naciones. Israel, de hecho, está recibiendo nuevos barcos que le permitirán defender su zona económica marítima y sus plataformas de gas.
Por otra parte, Israel firmó el verano pasado un acuerdo con Chipre y Grecia que habilita las obras de un gasoducto en el Mediterráneo oriental.
En su propósito de imponer sus intereses en el Mediterráneo oriental, el objetivo de Ankara es aislar a Chipre. En las últimas semanas, también ha tendido hilos comunicativos con El Cairo, en busca de un acercamiento.
Las autoridades egipcias han dejado en claro que, para que las relaciones entre Egipto y Turquía se normalicen, el régimen turco deberá comprometerse a no seguir acogiendo y promoviendo grupos yihadistas. Además, deberá abandonar su agresiva injerencia militar en Oriente Medio.
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