Una nueva explosión en Irán
A última hora de la noche del miércoles, se produjo una gran explosión que provocó un enorme incendio en una central eléctrica ubicada al noreste de Irán, según informaron medios estatales iraníes.
El incidente ocurrió en Neyshabur, una ciudad de la provincia de Razavi Khorasan, a cerca de quinientos kilómetros de Teherán. Las autoridades informaron que provocó apagones en toda la zona.
Jalal Bahashtian, director de la central eléctrica, aseguró a la agencia de noticias Fars que “este incidente no provocó ningún daño. En las próximas horas esperamos restablecer la electricidad en la región”.
Sin embargo, en distintos medios opositores se aseguró que los daños a las instalaciones fueron considerables y que varias personas resultaron heridas. Producto de estos daños es que los apagones duraron varios días en Neyshabur. Estos medios no descartaron la posibilidad de que se tratara de un sabotaje.
Los medios estatales de la República Islámica suelen restarle importancia a esta clase de incidentes. Las explosiones en fábricas militares, centrales eléctricas y nucleares son cada vez más frecuentes en Irán.
Fallas técnicas y ataques enemigos
El régimen teocrático suele atribuirlas a fallas técnicas y en ocasiones a ataques de sus enemigos. Por lo general, los señalados suelen ser Israel o Estados Unidos.
Entre los últimos incidentes de estas características, el más grave fue el que sufrió la central nuclear de Natanz, en abril de este año. Una serie de centrifugadoras avanzadas, que Teherán utilizaba para su producción de uranio enriquecido, quedó totalmente inutilizada tras las explosiones.
Las autoridades iraníes consideraron que se trató de un ataque y responsabilizaron a Israel de lo sucedido.
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