Continúa el drama de la escasez de agua en Irán
Teherán está sufriendo su peor seguía en cincuenta años, según expresó un funcionario de recursos hídricos iraní. La caída de las precipitaciones en comparación con el año pasado han sido del 97%.
Desde el 23 de septiembre en la capital iraní ha llovido solo 0,4 milímetros, frente a los 14,3 milímetros del mismo período en 2020, aseguró Mohammad Shahriari, subdirector de la compañía que abastece a la región.
“Las aguas superficiales y subterráneas se encuentran en un estado crítico. En los últimos cincuenta años no ha existido una sequía semejante“, dijo Shahriari.
Las cinco presas que proveen de agua a Teherán se encuentran a un tercio de su capacidad. El consumo de agua ha aumentado un 8% en el sector industrial y un 14% en el agrícola.
Según Shahriari, en los últimos meses la producción de energía eléctrica ha descendido un 40%. En la capital iraní viven más de nueve millones de personas.
En julio de este año, en la provincia de Juzestán, al suroeste del país, estallaron las protestas debido a la escasez de agua. La población salió masivamente a las calles y sufrió la represión de la fuerza policial del régimen.
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