Ebrahim Raisi, el hombre del momento en Irán
El ultraconservador Ebrahim Raisi, vestido con un turbante negro y una túnica de clérigo, se presenta como una figura piadosa y austera, defensora de los pobres y enemiga de la corrupción.
Este sábado, Raisi fue elegido presidente de Irán y sucederá en agosto al moderado Hasán Rohaní.
Los analistas denuncian que el proceso electoral estuvo manipulado por el régimen para favorecer a Raisi. El Consejo de Guardianes descalificó a sus principales competidores. No obstante, los seguidores del exjefe del Poder Judicial iraní entienden que Raisi es la persona indicada para lidiar con Occidente y aliviar la grave crisis económica que afecta al país.
Raisi no se ha ganado su popularidad con carisma, sino a través de su función como jefe del Poder Judicial, persiguiendo a funcionarios corruptos.
Durante su campaña electoral prometió continuar con la lucha contra la corrupción, edificar cuatro millones de viviendas para familias de bajos recursos y constituir “un gobierno del pueblo para un Irán vigoroso”.
Una buena parte de los medios de comunicación nacionales lo ven como el posible sucesor del líder supremo, el ayatolá Jamenei, quien cumplirá 82 años en julio.
Al igual que el resto de los candidatos ultraconservadores, fue muy crítico con Rohaní luego de que Trump retirase a Estados Unidos del acuerdo nuclear en 2015 e impusiera sanciones económicas al país.
Sin embargo, Raisi no deja de desconocer la importancia de reactivar el acuerdo para aliviar la profunda crisis económica que afecta al país.
Un rápido ascenso al poder
El nuevo presidente de Irán nació en 1960, en la ciudad sagdrada de Mashhad, en el noreste de Irán. Ya desde muy joven ascendió a altos cargos.
Raisi tenía solo 20 años de edad cuando fue nombrado fiscal general de Karaj. Esto fue luego de la Revolución Islámica de 1979, que derrocó a la monarquía apoyada por Washington.
Para los iraníes que viven en el exilio, así como para buena parte de la oposición y de grupos de derechos humanos, el nombre del presidente electo iraní está asociado a las ejecuciones masivas de grupos marxistas y de izquierdas, en 1988. Por aquel entonces Raisi era fiscal adjunto del Tribunal Revolucionario de Teherán. Junto a otras cuatro personas condenó a miles de ciudadanos iraníes a ser ejecutados.
La condena de Estados Unidos
En 2018, Raisi negó haber desempeñado el papel que se le atribuye en las ejecuciones, aunque dio a entender que la decisión tomada entonces fue la correcta.
En 2019, Raisi y otras personas integraron una lista de sanciones de Estados Unidos, en la que se refieren las ejecuciones y otros atropellos a los derechos humanos del clérigo, exjefe del Poder Judicial y presidente electo de la República Islámica.
¿Qué esperar de Raisi?
En lo que refiere a la política interna, la línea ultraconservadora y tradicionalista de Raisi indica que los reformadores sufrirán bajo su mandato. En este sentido, la República Islámica pareciera avanzar hacia una radicalización aún mayor de las penas y de la lucha contra el menor atisbo de reforma o de garantías a favor de los derechos humanos.
Difícilmente las mujeres, las minorías sexuales y religiosas encuentren en Raisi un interlocutor razonable que atienda sus demandas; por el contrario, para estos grupos, la figura del presidente electo iraní emerge como la de un opresor implacable.
Respecto a la política exterior, es de esperarse una mayor presencia de Irán en países como Irak, Siria y Yemen, entre otros. Es probable que grupos terroristas como Hezbolá, Hamás y la Yihad Islámica celebren la llegada de Raisi a la presidencia.
En este sentido, Raisi sigue la línea dura del líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, quien dirige y controla a la Guardia Revolucionaria Islámica, el brazo armado del régimen, responsable de las operaciones militares en el exterior.
Es de esperarse que el nuevo presidente de Irán no se aparte un centímetro de la política agresiva y terrorista que ha mantenido el país en los últimos tiempos. Es de preverse, incluso, que la profundice.
Discussion about this post