Sistán y Baluchistán golpeada por tormentas monzónicas
Las intensas lluvias y tormentas en Sistán y Baluchistán han desencadenado una serie de inundaciones repentinas, lo que ha golpeado duramente la infraestructura de esta provincia del sureste de Irán.
Las lluvias monzónicas recientes en numerosas ciudades han provocado inundaciones en los ríos locales, obligando al cierre de al menos 42 carreteras y dañando cientos de hectáreas de palmerales, una fuente importante de ingresos en esta región empobrecida y árida.
El desbordamiento del río Kajou, en el sur de la provincia, ha sido el más grande registrado durante la temporada de monzones en los últimos 20 años, según afirmó el gobernador de la ciudad de Qasr-e Qand, Hashem Zehi.
El verano anterior, las lluvias monzónicas y las inundaciones causaron estragos en varias provincias, con decenas de muertos y desaparecidos, en medio de la peor sequía anual en la historia reciente.
Ghanbar Narui, funcionario agrícola del distrito de Fanouj, informó el domingo que fueron arrancadas 900 palmeras con dátiles, lo que ha provocado una gran pérdida en la cosecha de dátiles en 350 hectáreas de palmerales en la región.
Los habitantes dependen del comercio de dátiles para su sustento. Según el funcionario, Fanouj cuenta con un total de 2.300 hectáreas de palmerales, de las cuales 1.900 hectáreas producen dátiles.
Sistán y Baluchistán es la provincia más pobre de Irán, con una población de 4 millones, incluidos 700.000 ciudadanos afganos.
En los últimos años, esta región ha enfrentado diversas crisis, como la escasez de combustible, pan y agua potable, además de sequías, alto desempleo y aumento de la pobreza.
Recientemente, en las protestas populares tras la muerte bajo custodia de Mahsa Amini, las fuerzas de seguridad mataron a unos 120 civiles en la provincia, siendo el mayor número de víctimas entre las 31 provincias de la República Islámica.
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