Unidos contra un enemigo común
Un alto funcionario de Hamás advirtió que, en caso de que Gaza se enfrentara a una “guerra de aniquilación”, aliados como Irán y Hezbolá se unirían al conflicto.
Ali Barakeh, líder de Hamas en el exilio, pronunció estas palabras durante una entrevista con The Associated Press en su oficina en Beirut.
La entrevista a Barakeh fue realizada mientras Israel bombardeaba Gaza, después de que un ataque sorpresa de Hamás tomara completamente desprevenidas a las fuerzas militares y la inteligencia israelí el sábado pasado. La operación terrorista resultó en el peor bombardeo militar contra el Estado judío en 50 años.
Un numeroso grupo de militantes de Hamás ingresaron por tierra, mar y aire, lo que provocó la muerte de cientos de soldados y civiles, además de la captura de decenas, incluyendo mujeres, niños y enfermos.
Barakeh afirmó que el ataque había sido planificado por seis altos comandantes de Hamás en Gaza, y ni siquiera sus aliados más cercanos conocían el momento de antemano.
Además, refutó informes que sugerían que funcionarios de seguridad iraníes habían ayudado a orquestar el ataque o dado su aprobación durante una reunión en Beirut la semana anterior.
Estos acontecimientos se produjeron después de una declaración conjunta emitida el lunes por Estados Unidos y cuatro aliados europeos, en la que reafirmaron su apoyo a Israel.
Los líderes de Estados Unidos, Francia, Alemania, Italia y Gran Bretaña enfatizaron su solidaridad con Israel y condenaron las acciones de Hamás, señalando que “las acciones terroristas de Hamás no tienen justificación ni legitimidad y deben ser condenadas universalmente. Nunca hay ninguna justificación para el terrorismo“.
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