El régimen iraní continúa negando atención médica a presos políticos
Zeinab Jalalian, la prisionera política que ha pasado más tiempo tras las rejas en Irán, enfrenta condiciones deplorables en prisión, donde no recibe la atención médica adecuada.
A pesar de sus múltiples problemas de salud, Jalalian no ha sido separada de los presos comunes ni se le ha otorgado permiso para ser asistida.
Según informes de la Agencia de Noticias de Activistas de Derechos Humanos (HRANA), con sede en Estados Unidos, que cita una fuente cercana a la familia de Jalalian, se esperaba que fuera trasladada al hospital de Yazd el martes, donde recibiría tratamiento por una infección ocular.
Sin embargo, debido a la negligencia de las autoridades penitenciarias, no fue llevada al hospital.
La salud de Jalalian continúa deteriorándose. Actualmente, su visión está seriamente comprometida por el avance de la infección ocular. Además, sufre de enfermedades renales y digestivas.
Jalalian, arrestada en 2008, fue inicialmente condenada a muerte por el Tribunal Revolucionario por pertenecer supuestamente a un grupo armado de oposición. Posteriormente, su sentencia fue conmutada por cadena perpetua en 2011.
Ha negado repetidamente las acusaciones en su contra y ofrecido detalles sobre la tortura y el acoso que ha sufrido, incluyendo maltratos físicos y amenazas de agresión sexual.
Muchos prisioneros políticos, como los activistas Sasan Niknafs y Behnam Mahjoubi, han perdido la vida en circunstancias similares. Sin embargo, la República Islámica se niega a asumir la responsabilidad por sus muertes.
Discussion about this post