Irán castiga a familiares de presos políticos ejecutados en la década de los 80
El régimen iraní ha prohibido el acceso al cementerio de Khavaran a familiares de prisioneros políticos ejecutados durante la década de 1980.
Conocidas como “Madres de Khavaran”, estas familias tenían previsto rendir homenaje el último viernes del año a las víctimas de las ejecuciones masivas de 1988. Sin embargo, el acceso al lugar estaba restringido.
Cabe destacar que en Irán es una costumbre arraigada visitar las tumbas de los difuntos durante este día.
En redes sociales circulan imágenes de estas familias depositando flores en la entrada del cementerio y mostrando fotos de sus seres queridos ejecutados.
Mansoureh Behkish, activista de los derechos humanos y miembro de las Madres de Khavaran, explicó en redes sociales que las familias volvieron a encontrarse con el cementerio inaccesible justo antes del Año Nuevo persa.
Behkish, quien perdió a cinco hermanos durante los años 80, informó que los guardias en Khavaran exigieron identificaciones, lo que fue rechazado por las familias.
Desde 1988, las Madres de Khavaran se reúnen semanalmente en el cementerio para conmemorar a sus seres queridos y reclamar justicia, ya que se considera que Khavaran contiene las fosas comunes de miles de presos políticos ejecutados.
Aunque el número preciso de ejecutados durante aquellos eventos es incierto, Amnistía Internacional estima que unas 5.000 personas fueron “desaparecidas forzosamente” y “ejecutadas extrajudicialmente” por las autoridades iraníes entre julio y septiembre de 1988.
La mayoría de las víctimas estaban asociadas con el MEK, pero también hubo ejecutados vinculados a grupos izquierdistas y seculares como la Organización Fadaiyan Khalq y el Partido Tudeh, así como grupos kurdos como Komala y el Partido Democrático Kurdo de Irán.
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