Siguen en aumento las ejecuciones en Irán
Una semana después de ejecutar ocho personas en la prisión de Rajai-Shahr, en Karaj, otros diez prisioneros fueron ejecutados en la misma prisión el 29 de junio.
En los últimos 40 días al menos 97 prisioneros han sido ahorcados en distintas cárceles iraníes, según han informado distintos grupos de derechos humanos.
A principios de mes, distintas organizaciones de derechos humanos denunciaron el ahorcamiento de 12 baluchis por parte de la República Islámica, incluida una mujer. Entonces, las ejecuciones se produjeron en la prisión de Zahedan, en la provincia suroriental de Sistán y Baluchistán.
En un comunicado publicado este martes, los líderes del Grupo de los Siete (G7) expresaron su profunda preocupación por “las violaciones y abusos continuos de los derechos humanos en Irán”, incluidas las detenciones y los arrestos arbitrarios, así como el aumento del uso de la pena capital.
El secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, publicó un informe días atrás sobre la situación de los derechos humanos en la República Islámica, denunciando “la elevada cantidad de sentencias de pena de muerte y ejecuciones”.
Según el documento, Irán aumentó el número de ejecuciones de 260 en 2020 a 310 en 2021. Esta cifra continúa en aumento en 2022.
Por su parte, el informe anual de Amnistía Internacional relacionado con la utilización mundial de la pena de muerte, mostró a Irán como un país con un “aumento inquietante” de las ejecuciones.
El informe, de 66 páginas, habla de la ejecución de al menos 314 personas en 2021, lo que representa un aumento del 28 por ciento frente al 2020, año en que 246 individuos sufrieron la pena de muerte. Asimismo, AI denunció que en Irán “las sentencias de muerte se han utilizado de forma desproporcionada contra miembros de minorías étnicas“.
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