El régimen iraní encarcela a mujeres que protestan por sus derechos
La activista iraní por los derechos de las mujeres, Atefeh Rangriz, fue arrestada y trasladada a la prisión de Semnan, ubicada a 200 kilómetros de Teherán.
Según el canal de Telegram de la Asociación de Mujeres Iraníes, Rangriz llegó a comunicar esta angustiosa noticia a sus familiares durante una breve llamada telefónica desde la prisión.
El arresto inicial de Rangriz tuvo lugar el 1 de mayo de 2019, durante una manifestación en el Día Internacional de los Trabajadores, frente al parlamento, donde protestaba junto a un grupo de compañeros activistas.
Tras su arresto, Rangriz estuvo recluida en régimen de aislamiento durante varias semanas en la sección 209 de la prisión de Evin, en Teherán.
Durante ese período, se le negó todo contacto con su familia y soportó intensos interrogatorios sin representación legal. La obligaron a confesar que había planeado protestas consideradas una amenaza para la seguridad nacional.
Después de semanas de interrogatorio por parte de funcionarios de inteligencia, Rangriz fue llevada ante la fiscalía de la prisión de Evin. Se enfrentó a una serie de cargos, entre ellos “reunión y colusión contra la seguridad nacional”, “difusión de propaganda contra el sistema”, “alteración del orden público” e “insultos a los agentes de servicio”.
Si bien algunos detenidos fueron finalmente liberados, Atefeh Rangriz y el periodista Marzieh Amiri recibieron sentencias de prisión. Rangriz fue condenada inicialmente a 11 años y seis meses de prisión, además de 74 latigazos, en un juicio sumario.
Sin embargo, su sentencia, junto con las de otros activistas laborales y manifestantes del Día Internacional de los Trabajadores, fue indultada al año siguiente.
Las razones exactas detrás de la detención de Rangriz siguen siendo un misterio, pero esta acción se suma a una serie de nuevas detenciones de manifestantes y figuras de la oposición en el período previo al aniversario de la trágica muerte de Mahsa Amini.
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