El régimen aumenta su persecución contra las mujeres que se niegan a usar el hiyab
La policía de Teherán ha intensificado la incautación de vehículos como parte de la última campaña contra las actuales violaciones del uso del hijab.
Las autoridades iraníes confirmaron la emisión de advertencias policiales mediante mensajes de texto. En los mensajes se alertaba a los ciudadanos sobre la inminente confiscación de vehículos por incumplimiento de las reglas obligatorias del hijab.
La directiva policial se aplica a más de un millón de ciudadanos, resultando en la incautación de cientos de autos, a los cuales se les prohíbe temporalmente su uso.
En medio de una creciente represión contra las infracciones del hijab, los parlamentarios iraníes han ampliado el proyecto de ley del gobierno sobre Hijab y Castidad.
La legislación propuesta busca imponer sanciones más estrictas para las violaciones del uso del hijab, lo que ha generado severas críticas entre los grupos de derechos humanos.
La intensificación en la aplicación de las reglas sobre el hijab son la respuesta del régimen a las protestas que se extendieron por todo Irán desde la muerte de Mahsa Amini, en septiembre de 2022.
El arresto de Amini en Teherán, y su muerte posterior bajo custodia policial, desencadenó el mayor levantamiento de la historia reciente en la República Islámica. La joven kurda había sido detenida supuestamente por llevar mal colocado el hiyab o velo islámico.
Desde entonces, las mujeres iraníes han desafiado la obligatoriedad del hijab en todo el país. El régimen ha aumentado la presencia policial en espacios públicos para hacer cumplir la norma, especialmente en las estaciones de metro.
Además, se han instalado cámaras de vigilancia para identificar y detener a personas que violen las reglas del hijab.
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