El programa nuclear iraní no se detiene
El vocero de la Organización de Energía Atómica de Irán, Behruz Kamalvandi, dijo que su país trasladó las centrifugadoras necesarias para enriquecer uranio a un sitio más confiable. Esta decisión se tomó un año después del ataque sufrido en las instalaciones de Karaj, que las autoridades persas atribuyeran a Israel.
“Dada la importancia máquinas centrifugadoras, las enviamos a un sitio más seguro. Ahora están funcionando“, afirmó.
Hemos tenido que reforzar las medidas de seguridad tras la operación terrorista contra el complejo de Karaj. Una parte importante de los vehículos y el resto fue trasladado a Natanz e Isfahan”, dijo Kamalvandi.
Además, el funcionario agregó que Teherán tiene en su agenda la fabricación de máquinas centrifugadoras.
Asimismo, Kamalvandi dijo que el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) no tendrá acceso a las cámaras de vigilancia instaladas en la nueva planta de Natanz hasta que la República Islámica llegue a un acuerdo con las potencias mundiales en Viena.
En la capital austríaca, las partes buscan reactivar el pacto nuclear de 2015. En 2018, Estados Unidos se retiró del acuerdo de forma unilateral, y reimpuso las sanciones sobre Irán. Desde entonces, el régimen iraní ha estado violando sus compromisos nucleares. Los límites de enriquecimiento de uranio actuales de Irán superan el 60%, muy por encima de los que establece el acuerdo como límite.
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