El régimen sigue arrestando a manifestantes antihiyab
En las horas previas al aniversario del asesinato de Mahsa Amini, más de una docena de activistas iraníes han sido detenidos por las autoridades, lo que ha generado preocupación a nivel nacional e internacional.
Entre los detenidos se encuentran 13 activistas y familiares de ciudadanos iraníes fallecidos o arrestados durante las protestas que siguieron a la muerte de Amini.
Por ejemplo, la activista Ziba Qlij-Khani fue trasladada a una prisión en la provincia de Kurdistán.
En la provincia de Gilan se llevaron a cabo detenciones de varios activistas, entre ellos Matin Yazdani y Forough Sami’nia, bajo la acusación oficial de tener vínculos con “elementos extranjeros” con el propósito de fomentar disturbios.
Por su parte, en Ilam, el activista Aryan Koukhaei fue arrestado y llevado a una prisión local.
En las últimas semanas, el gobierno iraní ha citado y detenido a otros activistas en diversas partes del país.
Ante estas acciones, el enviado especial de Estados Unidos para Irán, Abram Paley, expresó su inquietud y aseguró que el régimen iraní deberá rendir cuentas ante el mundo. La representante de Human Rights Watch, Tara Sepehri Far, también condenó las detenciones.
Estas detenciones han sido interpretadas como parte de la estrategia recurrente de Irán para ejercer presión sobre disidentes pacíficos antes de fechas significativas.
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