Los crímenes de Raisi persisten en la memoria de los exiliados iraníes
Este sábado se manifestaron diversos grupos de exiliados iraníes en Berlín y en otras partes del mundo exigiendo el enjuiciamiento de Ebrahim Raisi, el recién elegido presidente de la República Islámica. En las protestas se lo acusa de cometer en el pasado crímenes contra la humanidad.
Los manifestantes se congregaron para alzar su voz en la Puerta de Brandemburgo, en Berlín, ondeando banderas y reclamando justicia. La convocatoria se realizó en el marco de la Cumbre Mundial por un Irán Libre y contó con las palabras del ex secretario de Estado estadounidense Mike Pompeo y del primer ministro esloveno Janez Jansa.
En el discurso de apertura, la presidente del Consejo Nacional de Resistencia de Irán, Maryam Rajavi, lanzó duras acusaciones a Raisi, a quien calificó de ser el “esbirro” responsable de 30.000 muertos ejecutados en 1988.
Por su parte, organismos internacionales de derechos humanos, como Amnistía Internacional y Human Rights Watch, han calificado a la elección de Raisi como “un duro golpe a los derechos humanos“. Asimismo, han exigido que se investigue su rol en las ejecuciones extrajudiciales de miles de opositores al régimen y presos políticos.
Irán no reconoce las ejecuciones y Raisi las rechaza
El país persa no ha reconocido las ejecuciones masivas de 1988 y Raisi rechaza las acusaciones que lo implican en la trama de los acontecimientos. No obstante, ha respaldado la decisión tomada entonces y apoyado abiertamente la decisión de “eliminar” a la oposición armada surgida tras la Revolución Islámica de 1979.
En un acalorado discurso, Pompeo describió a las elecciones presidenciales iraníes como a “un boicot”. “Se trató de un show al descubierto con el fin de que todo el mundo lo vea”, aseguró quien fuera secretario de Estado en tiempos de la administración Trump.
El gobierno del cual Pompeo formó parte adoptó una política de “máxima presión” contra el régimen iraní. Su retirada del acuerdo nuclear de 2015, firmado por Barack Obama, produjo un quiebre en las relaciones con la República Islámica. Tras abandonar el pacto, Trump impuso severas sanciones económicas a Teherán.
Este castigo ha ahogado la economía iraní y puesto al régimen contra las cuerdas. Sin embargo, la nueva administración estadounidense busca restablecer el acuerdo y levantar las sanciones.
Pompeo denunció que Raisi ha sido elegido a dedo por el líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, para “causar dolor, amedrentar, saquear y expoliar” en nombre de la teocracia.
Discussion about this post