El ultraconservador Raisi considera salvajes a los homosexuales
El Centro para los Derechos Humanos en Irán, con sede en EE.UU., informó este martes que “las autoridades iraníes esgrimen un discurso de odio contra la comunidad LGBTQ, que promueve la violencia estatal y social contra las personas. El actual presidente iraní, Ebrahim Raisi, por ejemplo, aseguró en 2014 que la homosexualidad no era más que salvajismo“.
El reconocido activista británico del colectivo LGBTQ, Peter Tatchell, dijo a The Jerusalem Post que “las opiniones repudiables e intolerantes de Raisi son normales entre la clase política y religiosa iraní. Aplican la pena de muerte para las relaciones entre personas del mismo sexo. Esa es la auténtica salvajada, así como la tortura de presos políticos. A Raisi se lo acusa de ser responsable de la ejecución de miles de opositores al régimen en la década de 1980“.
Tatchell agregó que “el fin de la criminalización de la homosexualidad y la pena de muerte en Irán deberían ser exigirse como condiciones adicionales para el levantamiento de las sanciones a Teherán”. Según el Centro “Irán integra una lista de seis países que aplican la pena de muerte a personas que mantienen relaciones con individuos del mismo sexo“.
En 2019, la República Islámica colgó públicamente a un hombre acusado de mantener relaciones sexuales con un individuo de su mismo sexo.
El Centro también ha registrado casos en los que los homosexuales iraníes han sido sometidos a otro tipo de castigos. “El encarcelamiento y la flagelación son comunes y el travestismo es castigado duramente por el régimen. Por otra parte, los activistas defensores de la comunidad LGBTQ son perseguidos y condenados por delitos de seguridad nacional“.
Terapias de tortura para “curar” la homosexualidad
Las autoridades persas emplean métodos brutales de tortura para castigar a los homosexuales. “Las personas LGBTQ son sometidas a una peligrosa terapia para ‘curarlas’ de su ‘enfermedad’. Durante esta terapia se utilizan drogas psicoactivas, descargas eléctricas y esterilización. La ONU ha calificado este tratamiento como una forma de tortura“.
Aquellos iraníes que no se “curan” mediante este sistema de tortura son forzados a someterse a una cirugía de reasignación de sexo (SRS), explicó el Centro.
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