8 claves del régimen iraní para dominar Oriente Medio
Irán, respaldado por sus alianzas con China y Rusia, ha iniciado un plan ambicioso para consolidarse como una potencia en Medio Oriente y expandir su hegemonía regional en países como Siria y Líbano.
Udi Levi, experto en finanzas globales y política exterior, detalla estos planes en un artículo del Instituto de Estrategia y Seguridad de Jerusalén.
Levi destaca la necesidad urgente de que Estados Unidos y Occidente reevalúen sus políticas hacia Irán ante el avance persa y su estrategia de influencia cultural, económica y social en países como Irak, Siria y Líbano.
Ambiciones estratégicas expansivas:
El enfoque estratégico de Irán va más allá de las actividades militares y terroristas; busca remodelar sociedades y culturas en países como Irak, Siria y Líbano para alinearlos con los valores iraníes. La actividad militar y terrorista es solo la punta del iceberg de una estrategia más amplia para transformar la sociedad y la cultura de estos países a imagen de Irán.
Respuesta a las sanciones:
Irán ha aprovechado los fracasos occidentales en sus relaciones con Líbano y Siria, especialmente el “fracaso colosal” de las sanciones económicas. Estas sanciones no solo han permitido a Irán sobrevivir económicamente, sino también avanzar hacia sus objetivos estratégicos, aprovechando situaciones de vacío gubernamental y lagunas de influencia occidental.
Campaña en marcha desde 2014:
Irán inició sus esfuerzos para expandir su influencia en 2014, centrados inicialmente en su intervención militar en Siria. Con el tiempo, estos esfuerzos se ampliaron para incluir medidas destinadas a moldear internamente a Siria y conectarlo más estrechamente con Teherán.
Control económico y acuerdos:
Irán ha logrado una influencia económica significativa en Siria, adquiriendo activos estratégicos como petróleo, minerales, agricultura y turismo. Los acuerdos permiten a Irán acceder a puertos sirios para exportar petróleo y mercancías, además de construir nuevos puertos en la costa mediterránea. La influencia económica se extiende al control de sectores como las comunicaciones celulares en Damasco.
Profundización de la influencia cultural:
Irán busca provocar cambios demográficos en Siria, adquirir bienes inmuebles y reemplazar inversores de los Estados del Golfo con empresarios iraníes. La integración y la influencia cultural son aspectos críticos del plan iraní, incluyendo el desarrollo del turismo y la mejora de la cooperación académica.
Transformación económica del Líbano:
En Líbano, Irán aprovecha la crisis actual para impulsar una revolución social y cultural, avanzando en proyectos culturales y económicos, como la conexión de sistemas eléctricos y el aumento de exportaciones iraníes.
Control en Irak y mercado de drogas:
Irán ha tomado el control del sector financiero y bancario de Irak, eludiendo sanciones estadounidenses. Además, está implicado en la distribución de drogas, como Captagon, para desestabilizar países vecinos.
Implicaciones globales:
Los objetivos a largo plazo de Irán van más allá de la dinámica regional, afectando la estabilidad mundial. La campaña de influencia cultural, económica y social de Irán aprovecha las vulnerabilidades de los Estados occidentales y árabes, planteando desafíos importantes para la geopolítica internacional, especialmente debido a sus alianzas con China y Rusia.
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