La propuesta de Lula en la COP28
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, tiene la intención de presentar en la próxima Conferencia de la ONU sobre el Clima, una propuesta para la creación de un fondo destinado a la preservación de selvas en unos 80 países, según informó la ministra de Medio Ambiente, Marina Silva.
La iniciativa implica un “mecanismo de pago por selva en pie, por hectárea, para ayudar a proteger las selvas tropicales de los 80 países” que las albergan, según explicó Silva durante un seminario en Brasilia sobre evaluación y mejora del gasto público.
El gobierno brasileño compartió la idea esta semana con otros miembros de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA), un bloque socioambiental compuesto por ocho países que comparten la mayor selva tropical del planeta.
Silva describió el fondo como una “arquitectura simple, innovadora y eficiente“, reservando los detalles para el anuncio oficial que realizará Lula durante la COP28, que se llevará a cabo del 30 de noviembre al 12 de diciembre, en Emiratos Árabes Unidos.
Lula ha insistido en que los países industrializados deben asumir la responsabilidad de su contaminación y deforestación contribuyendo financieramente a la conservación de selvas y bosques.
El nuevo fondo internacional, a diferencia del existente Fondo de la Amazonía, gestionado por el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), sería administrado por “una institución financiera multilateral”, según indicó Silva.
Otra propuesta de Brasil en la COP28
Otra propuesta que Brasil presentará en la COP28 es un programa destinado a la recuperación de áreas cultivables deterioradas e improductivas, según informó Roberto Perosa, secretario de Comercio y Relaciones Internacionales del Ministerio de Agricultura y Ganadería.
Este programa, que pretende invertir alrededor de 120.000 millones de dólares en una década, busca expandir el área agrícola del país hasta los 105 millones de hectáreas sin deforestar, una expansión que se realizará sin talar árboles.
La deforestación en la Amazonía aumentó significativamente durante el gobierno de Jair Bolsonaro (2019-2022).
Sin embargo, la administración de Lula, comprometida con poner fin a la deforestación ilegal para 2030, anunció recientemente una disminución del 22.3% de la destrucción en la Amazonía durante el período de doce meses hasta julio, el mejor resultado en cuatro años.
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