Erdogan, el dictador
Unas 36.000 personas fueron judicialmente investigadas en el 2019 por “haberle faltado el respeto” al presidente turco. El número de condenados por este crimen, antes de que Erdogan llegara al poder, era de 44 ciudadanos.
En la Turquía de Erdogan ocurren casos tan absurdos como el que sufrió el abogado especialista en Derechos Humanos, Özgür Urfa. Encargado de la defensa de un ciudadano turco, acusado de “insultar al presidente”, el abogado expuso su defensa por escrito, como hubiera hecho cualquier abogado.
Unos días más tarde Özgür recibió una notificación. La fiscalía turca lo imputaba por el mismo delito que a su cliente.
En declaraciones a la prensa extranjera, el abogado explicó su caso:
“Ambos fuimos condenados. Yo recibí 10 meses de cárcel, y ahora, el caso está en la corte de apelación, con la instrucción aún abierta. Pero por supuesto, este tipo de intervenciones contra abogados en nuestro país no es algo que sea exclusivo de este caso. Cientos de abogados están siendo juzgados por sus actividades profesionales. Algunos están en la cárcel”.
Desde el año 2015 hasta el 2019 unas 21.378 personas fueron condenadas en Turquía por “insultos al presidente”.
El punto de quiebre parece haberse producido en el 2015. Desde el año de la creación de la República de Turquía, en 1923, hasta el 2015, solo 44 personas habían sido condenadas por este delito. Cabe recordar que Erdogan llegó a la presidencia por esta época, habiendo sido antes primer ministro, desde el año 2003 hasta el 2014.
La cantidad de condenados desde que Erdogan es el presidente de Turquía ha ido en aumento cada año. En el 2015 fueron condenadas 238 personas personas por este delito; 884 en 2016 ; 2.099 en 2017; 2462 en 2018; y 3831 en 2019, el último año del que se tiene registro.
En la Turquía de Erdogan este delito puede desembocar hasta en cuatro años de cárcel para quien lo cometa. En los últimos cinco años, según los datos suministrados por el Ministerio de Justicia turco, unas 128.868 personas han sido investigadas por este delito.
El abogado continuó diciendo:
“Los fiscales han pasado a actuar estando preocupados sobre qué les puede pasar a ellos si, cuando les pasan un informe, no denuncian. Y los jueces igual: tienen miedo de que haya repercusiones sobre ellos si no castigan a los encausados”.
Estos atropellos a la libertad de expresión se producen en medio de una escalada feroz por parte del gobierno turco. Los medios de comunicación de dicho país han quedado bajo el control absoluto de Erdogan y centenares de periodistas son perseguidos, censurados y apresados cada año.
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