El presidente turco dijo que hablará con el papa por “ofensiva” ceremonia de los JJ. OO.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, expresó su indignación por la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de París, calificándola de “inmoral” y “ofensiva” para el mundo cristiano.
Durante una reunión de su partido AKP, Erdogan anunció su intención de contactar al papa Francisco para discutir lo que él considera una afrenta a los valores cristianos.
Erdoğan criticó duramente el uso de los Juegos Olímpicos como “una herramienta de perversión que corrompe la naturaleza humana”.
El mandatario turco afirmó que la ceremonia no solo ofendió a los católicos y cristianos, sino que también causó indignación en otros sectores, incluido el suyo propio.
El punto de controversia fue una escena que incluía “drag queens” en una coreografía que muchos interpretaron como una representación de la Última Cena.
Aunque Thomas Jolly, director artístico de la ceremonia, negó haberse inspirado en este pasaje bíblico, su explicación no convenció a varios sectores cristianos ni a figuras políticas como Donald Trump, quienes lo consideraron irrespetuoso.
Erdoğan, conocido por sus críticas a la comunidad LGTBI+ en su país, reveló que había sido invitado por el presidente francés Emmanuel Macron, pero decidió no asistir tras una advertencia de su nieta de 13 años sobre el contenido LGTB del evento.
El líder turco cuestionó cómo un evento deportivo, supuestamente creado para unir a las personas, podía comenzar con lo que él percibe como hostilidad hacia los valores humanos. Llegó a afirmar que lo ocurrido en París es “un proyecto que pretende arrastrar a los humanos a un nivel inferior al de los animales”.