Turquía pondría fin a sus ataques en Siria e Irak contra el PKK
El presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan, anunció este sábado el fin inminente de la operación militar contra combatientes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en el norte de Irak y Siria.
“Completaremos los puntos restantes del cinturón de seguridad a lo largo de nuestra frontera sur con Siria. Estamos decididos a eliminar cualquier estructura que pueda representar una amenaza para nuestro país en las fronteras con Irak y Siria”, enfatizó.
Turquía inició la operación “Garra cerrada” en abril de 2022 para garantizar la seguridad en su frontera con el norte de Irak, desde donde acusaba al PKK de lanzar ataques contra territorio turco.
“La organización separatista ha quedado incapacitada para actuar dentro de nuestras fronteras. En Irak y Siria está completamente acorralada”, añadió Erdoğan durante una ceremonia de graduación de cadetes en la Academia Militar de Estambul.
“Los perseguimos en todas partes, con nuestros soldados, policías, gendarmes y agentes de inteligencia”, agregó.
El PKK, considerado “terrorista” por Turquía, mantiene una insurgencia contra el ejército turco desde 1984.
Ankara tiene un largo historial de operaciones en países vecinos para combatir a separatistas kurdos a los que acusa de refugiarse al otro lado de la frontera.
Irak denunció esta semana nuevas incursiones del ejército turco en el Kurdistán, un territorio autónomo del norte del país, indicando una intensificación de las operaciones militares turcas contra los combatientes del PKK en las últimas semanas.
Turquía e Irak se acercaron en la pasada primavera boreal después de que las autoridades de Bagdad designaran al PKK como “organización prohibida”. Erdoğan visitó la capital iraquí en abril, solicitando una mayor implicación en la lucha contra sus enemigos.
Por otro lado, el Ministerio sirio de Relaciones Exteriores declaró el sábado que la normalización de los vínculos con Turquía depende de la retirada de las tropas turcas de su territorio. Los dos países fronterizos rompieron sus relaciones diplomáticas al inicio de la guerra civil en Siria en 2011.
La cancillería siria afirmó que una normalización de las relaciones bilaterales “debe basarse en fundamentos claros”, citando como importantes “la retirada de las fuerzas presentes de forma ilegal en territorio sirio y la lucha contra los grupos terroristas que amenazan la seguridad no solo de Siria sino también de Turquía”.
Turquía mantiene bases militares en el norte de Siria bajo el argumento de “proteger su frontera” e impedir la instauración de un “corredor de terror”, según declaraciones de Erdoğan en 2019.
Recientemente, el mandatario turco expresó su voluntad de acercamiento con el presidente sirio Bashar al Asad, indicando que podría invitarlo “en cualquier momento”, en un gesto de reconciliación.