Alemania conmovida por un ataque terrorista que dejó tres víctimas fatales y varios heridos
El viernes pasado, tres personas murieron y varias resultaron heridas de gravedad en una ciudad del sur de Alemania, luego de ser atacadas por un hombre de origen somalí. El hombre tenía antecedentes de enfermedad mental y al momento del ataque gritó “Allahu Akbar”, según narró un testigo a las autoridades policiales.
El ataque se produjo a las cinco de la tarde, en Wurzburgo, en el estado federado de Baviera, después de que el sospechoso tomara un cuchillo de cocina en un supermercado y empezara a apuñalar a las personas que lo rodeaban.
Tras enfrentarse a una multitud de transeúntes, el hombre recibió un disparo en la pierna por parte de la policía, que lo detuvo minutos después del ataque.
El ministro del Interior de Baviera, Joachim Herrmann, explicó a los periodistas que el atacante contaba con antecedentes de violencia y había estado internado en un hospital psiquiátrico poco antes del trágico episodio.
Herrmann dijo que un testigo informó a la policía que, al momento del ataque, el sospecho había gritado “Allahu Akbar”, que en árabe significa “Dios es el más grande”. Se trata de una frase religiosa para los musulmanes, pero que desde hace algunos años es utilizada como un grito de guerra por los terroristas islámicos durante sus ataques. Según la policía de Baviera el hombre no contaba con un historial de delitos relacionado al islamismo.
Alemania, blanco del islamismo radical
En 2016 Alemania sufrió una serie de atentados terroristas por parte de islamistas, la mayoría cometidos por inmigrantes recién llegados que habían solicitado asilo al país. Uno de ellos terminó con la muerte de doce personas, luego de que un narcotraficante tunecino, que conducía un camión, embistiera un mercado navideño. El atentado sería más tarde reivindicado por el Estado Islámico.
Los videos que han circulado por redes sociales en las últimas horas muestran al presunto atacante, descalzo y con un cuchillo largo, enfrentado a un grupo de transeúntes. Las personas se enfrentaron al atacante armados con palos, sillas y paraguas y lo persiguieron hasta que llegó la policía. El ministro Herrmann calificó este hecho como una muestra de notable valor civil.
Los ataques fueron realizados al azar con una “brutalidad increíble”
“Siento un profundo respeto por ellos… es probable que con su valentía hayan evitado más pérdidas de vidas“, dijo.
Los testigos, policías y paramédicos señalaron que el atacante apuñalaba a la gente al azar con una “brutalidad increíble”. Una docena de personas tuvieron que se hospitalizadas, informó el ministro, incluyendo un niño, cuyo padre probablemente murió tras el ataque.
Herrmann dijo que, entre los heridos de gravedad, no era seguro que todos fueran a sobrevivir.
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