El presidente iraní no se arrepiente
En una entrevista concedida a la CBS, el presidente de Irán, Ebrahim Raisi, no negó su participación en el asesinato de miles de presos políticos a finales de la década de 1980.
Cuando el periodista Leslie Stahl le preguntó a Raisi si se arrepentía de su rol en una comisión de la muerte que ejecutó hasta 5.000 presos políticos, el mandatario se limitó a responder que se trataba de “terroristas”.
“Eran terroristas que estaban asesinando gente. Lo que les pasó fue proporcional a lo que hicieron“, dijo Raisi.
La mayoría de los presos políticos que fueron ejecutados en Irán en 1988 eran miembros del grupo Muyahidin (MEK), que participó en la revolución de 1979. Esta agrupación, que en un principio apoyó el establecimiento de la República Islámica, pronto se opuso a los clérigos que tomaron el control del nuevo gobierno.
El MEK recurrió a actos de terror contra funcionarios, pero los prisioneros que fueron ejecutados ya habían sido juzgados y cumplían penas de prisión.
Estados Unidos sancionó a Raisi y otros miembros del gobierno iraní por violaciones a los derechos humanos. No obstante, la administración Biden emitió recientemente una visa a Raisi para viajar a Nueva York a la Asamblea General de Naciones Unidas.
En respuesta a esta decisión, los iraníes estadounidenses están preparando para el próximo miércoles una gran protesta frente a la sede de Naciones Unidas en Nueva York, cuando esté previsto que Raisi hable.
Esta será la primera visita del presidente iraní a un país occidenal y su primera aparición en la ONU. En la entrevista, aclaró que no tiene programado reunirse con el presidente Joe Biden. “No creo que sea beneficioso reunirme o tener una discusión con él“, explicó.
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