Rohaní acusa a Israel de conducir a su país hacia una política más agresiva
Irán e Israel han incrementado en los últimos tiempos sus niveles de confrontación. El presidente de la República Islámica, Hasán Rohaní, ha asegurado que la determinación de aumentar la producción de uranio enriquecido a un 60% debe entenderse como una “respuesta a la maldad israelí”. Rohaní se refiere específicamente al incidente en Natanz, ocurrido días atrás. Las autoridades iraníes acusaron a Tel Aviv de estar detrás de este episodio.
En una reunión del Consejo de Ministros, el presidente iraní declaró que Israel ha cometido un acto de “terrorismo nuclear”. Desde Teherán se acusa a Israel de sabotear la central de enriquecimiento de uranio en Natanz. Por el momento, Israel no ha confirmado ni rechazado las acusaciones.
Este martes, el país persa anunció su intención de enriquecer uranio al 60%. Esto sucedería a partir de la semana próxima.
Al día siguiente del incidente en la planta nuclear de Natanz, un barco israelí fue atacado mientras navegaba en las costas de Emiratos Árabes Unidos. Los medios árabes informaron que se trató de un ataque iraní. En los últimos meses, Irán e Israel han estado intercambiando golpes vía marítima, lo que ha llevado a distintos analistas internacionales a calificar de “guerra fría marítima” a lo que está aconteciendo entre ambas naciones.
Irán está más cerca de la bomba atómica
El enriquecimiento de uranio en niveles de un 60% pone a la República Islámica a un paso de obtener la capacidad para fabricar armas nucleares, para lo cual se requiere un 90% de enriquecimiento. No obstante, las autoridades iraníes rechazan la idea de que esta sea su intención.
Luego del incidente en Natanz, Rohaní anunció la instalación de nuevas centrifugadoras con tecnología avanzada. Estas centrifugadoras permitirán al régimen iraní enriquecer uranio de forma acelerada.
Las conversaciones que se están desarrollando en Viena, entre funcionarios estadounidenses e iraníes, abren la posibilidad de que el acuerdo nuclear, bajo las condiciones de 2015, pueda entrar nuevamente en vigencia.
La administración Trump se retiró del acuerdo en 2018 e impuso a Teherán sanciones económicas. Desde entonces, el régimen ha estado violando reiteradamente los compromisos pactados; entre ellos, el del límite fijado para el enriquecimiento de uranio, establecido en un 3,6%, muy por debajo de los niveles actuales.
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