El pueblo iraní vuelve a lanzarse a las calles y expresar su malestar
La ciudad de Isfahan se vio convulsionada este viernes por la afluencia de miles de manifestantes pronunciándose en contra del régimen iraní. Se trató de una multitudinaria protesta por la escasez de agua en la región.
“Permitan que Isfahan vuelva a respirar, revivan el Zayandeh Rud“, exclamaba un grupo de manifestantes en un video que circuló en redes sociales. La multitud, mientras tanto, se congregaba en el lecho seco del río, donde los agricultores han instalado sus tiendas de campaña.
“Nuestros hijos quieren agua“, rezaba uno de los carteles, sostenido por una mujer.
Esta vez, las fuerzas iraníes no reprimieron a los protestantes, algo bastante inusual en la República Islámica. Tampoco se registraron incidentes ni detenciones.
El ministro de Energía pidió disculpas por la dramática escasez de agua.
“Pido disculpas a cada uno de nuestros queridos agricultores. Siento una profunda vergüenza por no ser capaz de proveer el agua necesaria para sus cultivos. Espero que podamos superar estas dificultades en los meses siguientes con la ayuda de Dios”, dijo Ali Akbar Mehrabian a la televisión estatal.
Las protestas apuntan al Gobierno
Los manifestantes responsabilizaron de la situación al gobierno por malgastar los fondos estatales en el extranjero, financiando operaciones militares en países vecinos como Siria, Irak y Yemen.
En un video en redes sociales se alcanzó a ver cómo le arrancaban un micrófono a un joven que pedía la muerte del líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei.