El jueves pasado la Guardia Revolucionaria iraní comenzó a realizar ejercicios militares cerca de la frontera con Irak, según informó The Associated Press.
Irán envía mensaje a Israel y los Estados Unidos
El ejercicio, apodado “el gran profeta”, tiene como objetivo preparar a la fuerza militar iraní para una eventual guerra. Se prevé la utilización de drones y helicópteros.
Estos ejercicios se llevan a cabo en un marco de tensiones entre la República Islámica y los Estados Unidos. Resulta bastante evidente que el régimen iraní busca presionar a la nueva administración estadounidense realizando este tipo de despliegues militares, con el fin de volver al acuerdo firmado en el 2015.
En julio pasado, la Guardia Revolucionaria lanzó misiles a objetivos en el Estrecho de Ormuz.
De manera más reciente, en enero, Irán ejecutó un nuevo ensayo lanzando misiles balísticos a objetivos ubicados en el océano Índico. Estos ensayos generaron preocupación en Occidente y la censura de las principales potencias europeas.
En el 2018, Donald Trump se retiró del acuerdo firmado en el 2015 e impuso sanciones económicas al país persa. Teherán, por su parte, contestó reactivando su programa nuclear y acelerando su desarrollo. Desde entonces, ha violado sistemáticamente las disposiciones de dicho acuerdo.
¿La vuelta al acuerdo nuclear es posible?
Biden ha manifestado en más de una oportunidad su intención de volver al acuerdo, pero con la condición de que la República Islámica respete los compromisos asumidos entonces.
Sin embargo, desde Teherán no se ha mostrado el menor indicio de avanzar hacia un consenso. No solo no ha detenido su programa nuclear sino que ha acelerado el enriquecimiento de uranio. En los últimos días, de hecho, las Naciones Unidas confirmó que Irán está utilizando uranio metálico en su producción.
En el plano militar, el régimen moviliza periódicamente sus fuerzas para realizar ensayos en el Estrecho de Ormuz. El objetivo de estos ensayos es enviar mensajes desafiantes a Israel y los Estados Unidos.
A estas provocaciones de la nación persa hay que sumarle las reiteradas amenazas de cerrar el estrecho de Ormuz.
Lo cierto es que, más allá de la retórica de ambas partes, parece poco viable en un futuro próximo que Washington y Teherán lleguen a un acuerdo que restablezca las relaciones del 2015.
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