Aumenta la represión policial contra manifestantes en Abadán
Un periodista iraní fue detenido en una ceremonia por las víctimas del derrumbe de un edificio en la ciudad de Abadán. El número de muertos tras la tragedia ascendió a 37.
El derrumbe del edificio provocó un gran malestar entre la población, que se suma a una profunda crisis económica que afecta severamente la calidad de vida de los iraníes, quienes ven cada vez más reducidos sus ingresos. Además, el régimen ha incrementado sus políticas represivas en los últimos meses.
El miércoles pasado la moneda iraní se desplomó a niveles récord históricos frente al dólar estadounidense.
Las ceremonias de duelo en conmemoración de las víctimas por el derrumbe se han convertido en protestas contra el régimen teocrático, algo que se ha podido apreciar en imágenes y videos que circulan por redes sociales. Las fuerzas de seguridad iraníes han respondido brutalmente contra la población y bloqueado el acceso a Internet en la región.
Ha sido muy peligrosa la cobertura de los incidentes en un país que, según Reporteros sin Fronteras, está entre los tres peores para ser periodista, detrás de Corea del Norte y Eritrea.
El jueves pasado, las fuerzas de seguridad detuvieron al reportero independiente Arash Ghaleh-Golab. Durante su arresto, el periodista recibió patadas y golpes de puño, según denunció el Comité para la Protección de Periodistas.
Actualmente, Ghaleh-Golab se encuentra incomunicado, sin cargos ni posibilidad de contactarse con sus seres queridos.
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