Nuevas denuncias de HRW contra Irán
Un informe reciente de Human Rights Watch (HRW) denuncia que el gobierno iraní continúa reprimiendo a familiares de víctimas de las protestas “Mujer, Vida, Libertad”, iniciadas en 2022.
Según el documento, las autoridades arrestan, amenazan y acosan injustamente a parientes de personas asesinadas, ejecutadas o encarceladas durante estas manifestaciones.
El caso de Mashallah Karami es un claro ejemplo de esta situación. Padre de Mohammad, un manifestante ejecutado en enero de 2023, Mashallah fue condenado a casi nueve años de prisión por cargos que HRW considera falsos. Además, enfrenta multas y confiscación de bienes.
La represión también afecta a menores de edad. Faramarz Abil Barahoui, de 15 años, fue sentenciado a ocho meses de prisión tras visitar la tumba de su hermano, víctima de la represión en Zahedán en 2022.
En otro incidente, Ramyer Aboubakri, de 16 años, fue arrestado durante una redada en el hogar familiar.
HRW señala que esta es una práctica recurrente del régimen iraní, que busca silenciar a quienes exigen responsabilidades por las violaciones de derechos humanos.
La organización insta al poder judicial iraní a liberar a los detenidos ilegalmente y garantizar juicios justos.
Por su parte, Amnistía Internacional alerta sobre la inminente ejecución de Sharifeh Mohammadi, defensora de derechos humanos condenada a muerte en junio.
La organización denunció que su juicio fue injusto y que no se investigaron sus alegaciones de tortura.
Amnistía subraya que, tras el levantamiento “Mujer, Vida, Libertad”, las autoridades iraníes han intensificado el uso de la pena de muerte como herramienta de control.
En 2023, Irán ejecutó a más de 850 personas, y en los primeros seis meses de 2024, se reportaron al menos 249 ejecuciones, aunque se sospecha que la cifra real podría ser mayor debido al secretismo del gobierno.